El autismo es un desorden del comportamiento que suele aparecer durante los tres primeros años de vida del individuo y afecta el desarrollo del lenguaje y las relaciones sociales. Las personas con autismo pueden presentar deficiencias en la comunicación verbal y no verbal, contacto visual pobre o nulo, dificultad en actividades de ocio y juego, movimientos y comportamientos repetitivos, respuestas inusuales a la gente, apego a objetos, resistencia a cualquier cambio de rutinas, frecuentes y marcadas obsesiones, comportamiento basado en rituales y problemas de integración sensorial. Se habla comúnmente de “espectro autista” debido a que todas las personas con autismo son diferentes, es decir, puede que una presente un síntoma que otra no. Es muy posible que conozcas a dos personas con autismo completamente opuestas: una cariñosa y dulce, y otra agresiva consigo misma y con los demás. Existe una banda tan ancha de variables a considerar, que hace imposible describir en pocas palabras, síntomas y características lo que el autismo implica.
El autismo puede afectar a cualquiera, no importa donde vivas, tus costumbres, raza, estatus social, ingreso económico, religión o nivel educativo de la familia; aunque es más frecuente en varones que en hembras (una por cada cuatro). Este tema, aparte de complejo es todo un misterio, pues cada día crece más la tasa de incidencia de personas diagnosticadas con la enfermedad sin que haya una explicación aún. Hasta la fecha no se conocen las causas ni la cura para el autismo, de allí lo importante de apoyar iniciativas de instituciones con NAAR que se dedican a hacer estudios científicos para encontrar respuestas a éstas incógnitas. En Estados Unidos, uno de cada 150 niños tiene autismo y más de 1,500,000 personas están diagnosticadas con alguna forma de autismo, ubicándola como la tercera discapacidad más común del desarrollo (más aún que el Síndrome de Down). Aún así, muchas personas, incluso profesionales de disciplinas médicas, educativas y vocacionales, todavía no se han enterado de cómo el autismo afecta a la gente, y no saben trabajar efectivamente con quienes lo padecen.
Aunque las personas con autismo son discapacitadas, pueden aprender a integrarse socialmente y llevar una vida digna. El camino por recorrer es largo, pero si todos ponemos un granito de arena de seguro llegará el día en que tengamos las respuestas a muchas de las preguntas y podamos darle a nuestra gente mucho más que recursos para ser personas felices. Actualmente el tratamiento más eficiente es el de modificación de conducta a través de terapias (de Lenguaje, Ocupacional, Física y de Comportamiento). Algunas personas también necesitan medicinas (para ansiedad, hiperactividad, compulsividad, etc), suplementos vitamínicos y dietas especiales.